domingo, 17 de octubre de 2010

Regulando los veladores o terrazas de los bares

En Badajoz los días de buen tiempo en los que tomarse la cervecita fuera del bar son muchos y por ello el número de bares que colocan veladores es alto, muy alto. La Ordenanza de veladores vigente actualmente es de 1996, es muy escueta, bastante deficiente y además, frecuentemente incumplida. Por todo ello se está confeccionando una nueva ordenanza por parte del Ayuntamiento, cuyo borrador ha sido ya entregado a establecimientos hosteleros y, tras petición propia, a la Plataforma Casco Antiguo Habitable. La nueva ordenanza es mucho más amplia y llena de buenas intenciones, pero en la práctica y en el texto resulta bastante ambigua y muy imprecisa, lo que nos parece un riesgo importante, pudiendo derivar en muchos casos en indefensión jurídica de los vecinos.

Entendemos que unas ordenanzas que regulen la instalación de veladores o terrazas en la vía pública regulan una actividad privada de manera que sea compatible con los usos de los espacios públicos y los derechos de los ciudadanos. La prioridad en un espacio público es el uso público de dicho espacio, y es lo que se debe preservar y proteger en dichas ordenanzas: la transitabilidad de las calles con espacio suficiente para el paso de sillitas de bebé y sillas de ruedas y el acceso a los edificios nos parecen dos buenos ejemplos de derechos fundamentales del ciudadano frecuentemente invadidos por los veladores.

El artículo 5 de la actual Ordenanza dice:

a) No podrán autorizarse colocación de veladores en las aceras públicas cuya anchura se igual
o inferior a 2,60 metros.

b) En las aceras públicas cuya anchura esté comprendida entre 2,60 metros y 7 metros, se autorizará solamente la colocación de una sola fila de veladores y siempre junto al bordillo.

Tras leer este párrafo pensad en las calles Meléndez Valdés, Múñoz Torrero y su transversal, Francisco Pizarro, y lo complicado que es el paso en ellas cuando están los veladores colocados. Una imagen vale más de que mil palabras, aquí os dejo una foto tomada en mayo de este año (no era feria, ni fechas de festividad especial, un sábado cualquiera). El tramo de la calle fotografiado, en Meléndez Valdés, tiene algo menos de 4 m de ancho.

                                    

Otra gran preocupación que se desprende de la lectura de la nueva ordenanza es la ampliación del horario de veladores hasta las 2 de la mañana. El casco histórico de la ciudad, con sus calles estrechas, hace que todo ruido que hay en la calle suba directamente a los pisos, no siendo fácil dormir cuando los veladores están puestos. El problema de ruidos en el Casco Antiguo es conocido por el Ayuntamiento, hecho que ha motivado que, de oficio, haya comenzado un estudio de ruidos en algunas zonas del barrio. Por tanto, debería regularse de manera específica el horario de finalización de la actividad en el Casco Antiguo, atendiendo a las peculiaridades urbanísticas y a la problemática de ruidos que ya soporta, de forma tal que los horarios de cierre no superen las 12 de la noche. Debe tenerse en cuenta que la jornada semanal normal de la mayoría de los vecinos, y escolar de los niños y jóvenes, comienza al levantarse, entre siete y ocho de la mañana. Este horario no asegura el descanso nocturno si se pretende alargar la hora de recogida de los veladores.

La Plataforma Casco Antiguo Habitable ha enviado al Ayuntamiento de Badajoz sus consideraciones sobre la redacción actual de las nuevas Ordenanzas de veladores, recogiendo estos puntos y otros que consideramos son mejorables. No pretendemos que las ordenanzas de Badajoz sean transgresoras ni pioneras en el respeto a los vecinos y a los espacios públicos. Tras leer atentamente más de treinta Ordenanzas Municipales de otros tantos municipios españoles, hacemos sugerencias que ya están recogidas en la gran mayoría de ellas y que nos parecen fundamentales para la buena regulación de esta actividad. Confiamos que el Ayuntamiento de Badajoz sepa ver estas necesidades de todos los vecinos de la ciudad, no sólo de los habitantes del casco antiguo, y modifique convenientemente las ordenanzas antes de su publicación definitiva.

sábado, 9 de octubre de 2010

¿Almossassa cultural?

Almossassa, lo que pudo ser y no fue

El pasado fin de semana tuvo lugar una nueva edición de Almossassa en Badajoz, fiesta que ha adquirido relevancia internacional con la incorporación de Marvão, en Portugal, a la celebración. El año pasado se percibieron signos que señalaban los derroteros por los que discurriría esta fiesta: alcohol en abundancia y algunos establecimientos que poco tenían que ver con un mercado árabe. Los aspectos culturales de la fiesta perdían puntos frente a la diversión sin más de cualquier fin de semana.


Este año, el sábado a media tarde, podía verse a numeroso público paseando con el vaso de cubata o mojito entre los puestos, compartiendo espacio con personas que iban en busca de una fiesta pintoresca y diferente. Más gente se agolpaba a los pies de la torre de Espantaperros, junto a los chiringuitos instalados en el rellano, que emitían música pachanguera dibujando un paisaje diferente al pretendido. El ambiente en esa zona, nada recomendable para familias con niños que quisieran ir a los jardines de la Galera, por lo poco edificante del espectáculo. Desde luego, no se parecía a la fiesta originaria.


El horario generoso concedido a los vendedores de alcohol, la precariedad del servicio actual de limpieza y el desconocimiento que tenemos en esta tierra del refrán no es más limpio quien más limpia, sino quien menos ensucia hacían presagiar lo que luego ocurrió. El domingo a mediodía, los que se acercaban para ver el mercado árabe desperezarse se encontraron con muchas sorpresas. Las papeleras de la Plaza de España rebosaban desperdicios. La calle San Juan a esa hora era un poema. La gente que acudía andaba entre vasos de plástico y líquidos de diversa procedencia que la convertían en un espacio pegajoso y maloliente. Arriba, el espectáculo no era mejor. Los contenedores existentes junto a la Iglesia de la Concepción, recién recogidos, habían desparramado por la calle los efluvios de la noche, multitud de rodajitas de limón y restos de cristales que amenazaban a los neumáticos de los vehículos que por allí transitaban. Miles de vasos y gran cantidad basura esperaban en el alto la llegada de las cuadrillas, que se afanaban sin dar abasto para retirar las huellas de la batalla, a pesar de la inestimable colaboración en las tareas de limpieza de los propietarios de los puestos instalados en la Plaza Alta.


Es probable que en próximas ediciones, con el nuevo servicio de limpieza en funcionamiento, estos inconvenientes se subsanen. Pero lo que no subsanará este nuevo servicio es el problema de fondo. El Casco Antiguo de Badajoz ha derivado en escenario de un sinfín de eventos que, a día de hoy, parecen abocados invariablemente a convertirse en fiestas alcohólicas. Una especie de recinto ferial alternativo durante todo el año y supletorio del oficial durante los festejos de San Juan. Almossassa se convierte así en otra carga más para el Casco Antiguo y sus sufridos habitantes, aunque no la última. El barrio lleva ya a sus espaldas muchas actividades de este tipo, algunas revestidas incluso de intención cultural. Carnavales, Feria de día, Noche en Blanco, Almossasa, fiestas navideñas, ferias y recorridos varios. Castigos todos para que los vecinos del barrio redimamos el pecado de vivir donde vivimos. Mucha actividad y graves efectos colaterales para un barrio con sus problemas estructurales pendientes de resolver y que debería ser la tarjeta de presentación de la ciudad. Algo de lo que ya viene advirtiendo la Plataforma Casco Antiguo Habitable. Pero ¿que clase de ciudad podemos promocionar en el exterior con este estado de cosas? ¿merece la pena rehabilitar la Alcazaba a la vista de lo que sucede a sus pies? Preguntas que nos asaltan y para las que no encontramos una respuesta sencilla.


Publicaciones tras la nota de prensa enviada a los medios:
Diario Hoy 2 de octubre

Los periódicos recogen la opinión sobre la fiesta de la Asociación Cívica de Badajoz, bastante cercana a la vertida por parte de los integrantes de la Plataforma Casco Antiguo Habitable:

Diario Hoy: La asociación cívica teme que la fiesta se convierta en "un simple botellón"
Extremadura al día: La Asociación Cívica "Ciudad de Badajoz" pide volver a los orígenes en la fiesta Al-mossassa

Publicaciones sobre la basura no retirada el día después de la Almossassa:

Periódico de Extremadura: Al-mossassa finaliza con quejas por la suciedad
Diario Hoy: La basura que deja Almossassa se limpia después del mediodía

El ayuntamiento se disculpa por la suciedad en el Casco Antiguo tras la Almossassa: 
Enlace a la noticia en el ABC
Enlace al Periódico de Extremadura

Algunas fotos del domingo a mediodía, tras la Almossassa






martes, 5 de octubre de 2010

Ocio bajo control en el casco antiguo de Badajoz

El 11 de septiembre se celebró la primera 'Noche en blanco' pacense. Esta ocurrencia municipal, importada como tantas otras, proyecta luz sobre las sospechas acerca de las gentilezas y mimos de nuestros gestores respecto al Casco Antiguo, un campo de operaciones donde se llevan a cabo hechos muy beneficiosos; dejando a un lado la cuestión inmobiliaria. Por una parte, la atención general es alejada de la realidad; una vez pasado el espejismo del Mundial: aquí no pasa nada o casi nada. Por otra parte, la ceremonia del éxito brillantemente corroborada por el cómputo borroso de los números, cantidad estimada de visitantes para la Administración local y cantidad muy estimada de euros para el gremio rey del barrio. La consecuencia de estas celebraciones, a todas luces concertadas por las dos partes interesadas, al menos a la hora de recoger los frutos, son ya conocidas. La acumulación frente a la selección, la hueca abundancia frente al criterio juicioso; el visitante se ve abrumado por la amplitud de la oferta, a la vez que se siente agradecido por la ilusoria posibilidad de elegir, como inmerso en una recreación de la libertad que nos ofrecen nuestros dirigentes y sus socios. Intereses políticos y empresariales camuflados como auténticos deseos de educar o liberar a los ciudadanos a través del arte, la historia, la música y demás parafernalia. Se trata de controlar y dirigir la ociosidad de las personas, explotando su actitud expectante y abierta, en busca de beneficios privados y electorales. La degradación cultural se disfraza de ocio cultural. Poco se puede gozar, discernir y, aún menos, opinar de aquello que la oscuridad y la masificación impiden ver con claridad.

Luis Costillo Pereda


Enlace al su publicación en el Diario Hoy